top of page
Buscar

López Obrador rescatará Pemex reduciendo impuestos e ingresando dinero público.

  • 18 jul 2019
  • 2 Min. de lectura


El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, pretende sacar a Petróleos Mexicanos (Pemex), de la sumida crisis financiera que la ubica como la petrolera más endeudada del mundo. Para ello, el Gobierno mexicano ha elaborado un Plan de Negocios (2019-2023) que busca al mismo tiempo la estabilidad financiera y una recuperación de la producción de hidrocarburos durante la Administración del primer presidente de izquierda del país.

“Nos dejaron una industria petrolera en ruinas y con el riesgo, en el caso de la producción de petróleo, de que se genere una crisis mayor”, aseguró López Obrador.

El presidente propondrá en septiembre ante el Congreso la reforma de la Ley de Ingresos sobre Hidrocarburos para disminuir la carga impositiva de la petrolera. Para 2020, los impuestos de la petrolera se reducirán del 65% al 58%; en el siguiente año la tasa se ubicará en un 54%. Además, el próximo año recibirá 347.000 millones de pesos (18.000 millones de dólares) en inversión para acelerar la producción de hidrocarburos. El Gobierno mexicano será quien más aporte en este rubro con 66.000 millones de pesos (3.500 millones de dólares) y la inversión privada apenas aportará 14.000 millones de pesos (730 millones de dólares). Romero ha explicado que las inversiones de la industria privada serán esencialmente a través de contratos de servicios. La Administración ha evitado abordar el futuro de los contratos de asociación de la petrolera con empresas privadas ––conocidos como farmouts–– que estaban orientados a que los socios aportaran la tecnología y el conocimiento del que la estatal carece ante el crecimiento de sus problemas financieros en la última década.

El destino de la inversión en Pemex estará enfocado en la construcción de la refinería de Dos Bocas (Estado de Tabasco, sur de México), el proyecto estrella de López Obrador y al que ha apostado su capital político a pesar de diversas críticas sobre la viabilidad y pertinencia del proyecto. Las instalaciones costarían 8.000 millones de dólares (aunque el sector financiero estima que serán 12.000 millones de dólares). El presidente mexicano ha virado hacia un proyecto para aumentar la producción de gasolinas en territorio mexicano, en un escenario en el que las refinerías existentes no están a toda su capacidad y en el que buena parte del combustible se importa de Estados Unidos.


Tras el anuncio, el peso mexicano se depreció ligeramente un 0,28% debido a que los mercados se encuentran evaluando “el riesgo que conlleva hacia recortes adicionales a la calificación de Pemex y a la calificación crediticia de México”, señalan desde Banco BASE.

コメント


bottom of page